El número de pelos que se desprenden aproximadamente al día es de 100, esta tasa aumenta en ciertos periodos del año como verano o invierno. La alopecia (caída de cabello) es la pérdida anormal del pelo, resultado de un proceso patológico. Las causas de alopecia son diversas y representan un desafío tanto para el médico como para el paciente. Se clasifican en dos tipos: alopecias cicatriciales y no cicatriciales, dentro de éstas últimas encontramos: Efluvio telógeno agudo y crónico, dermatitis seborreica, alopecia areata, estrés, deficiencia de fierro o zinc (como puede pasar con las menstruaciones abundantes en algunas mujeres), malnutrición o malabsorción, post cirugías, enfermedades endócrinas como hipo o hipertiroidismo entre otras; siendo la alopecia androgenética el tipo más frecuente, produciendo una miniaturización paulatina del pelo y del folículo hasta su desaparición. En su origen se encuentran implicados factores hormonales y genéticos. Existen diferentes tratamientos de tipo conservador y quirúrgico.
Descripción
Tratamiento por medio de inyecciones intradérmicas de sustancias naturales como: vitaminas, aminoácidos, coenzimas, péptidos y antirradicales libres, que ayudan a proporcionar a la piel cabelluda la estimulación y fortalecimiento del folículo piloso. Los efectos se notan aproximadamente entre el segundo y tercer mes de tratamiento, observando una zona más poblada, con pelo más fuerte y de mayor calidad. Depende de cada paciente el número de sesiones, por lo general se requiere de 1 sesión cada semana durante 8 semanas, posteriormente se pasa a una etapa de mantenimiento de 1 sesión cada 6 meses pudiéndose combinar con otros tratamientos como lo es la bioestimulación cutanea.
